Por Guillermo Avila
"¡LA VOZ DE MI AMADO! He aquí el viene saltando sobre los montes,
brincando sobre los collados,
Mi amado es semejante al corzo, o al cervatillo.
Helo aquí, ESTA TRAS NUESTRA PARED, mirando por las ventanas,
atisbando por las celosías.
Mi amado habló, y me dijo:
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Porque he aquí, HA PASADO EL INVIERNO,
Se ha mudado, la lluvia se fue;
Se han mostrado las flores en la tierra, EL TIEMPO DE LA CANCION HA VENIDO.
Y en nuestro país SE HA OIDO LA VOZ DE LA TORTOLA.
La higuera ha echado sus higos, y las vides en cierne dieron su olor;
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
PALOMA MIA, QUE ESTAS EN LOS AGUJEROS DE LA PEÑA,
En lo escondido de escarpados parajes.
MUESTRAME TU ROSTRO, HAZME OIR TU VOZ;
PORQUE DULCE ES LA VOZ TUYA, Y HERMOSO TU ASPECTO"
Cantares 2:8 al 14
Hay muchas voces y cánticos que escuchamos cada día, pero esta no es cualquier voz, no es cualquier cántico, es LA VOZ DEL AMADO, ES EL CANTICO de Jesús el Hijo de Dios, que llega como una melodía a tu alma.
Es un cántico nuevo, como el cántico de la Tórtola, al llegar la primavera.
ES EL CANTICO DE LA TORTOLA, mensajera del Señor, que trae Buenas Nuevas de gran gozo, para la tierra, para tu casa y para tu vida.
Es su voz que vuela hacia ti, semejante al corzo o al cervatillo, que viene saltando, brincando y eludiendo todo obstáculo por sobre los montes, hasta llegar al corazón.
Pero hay una pared como único impedimento para oír su melodía, y recibir su nueva canción, es una pared que tú has construido, entre Él y tu corazón.
Es una pared edificada a lo largo de los años, donde hemos mezclado las amarguras con los resentimientos, con la falta de perdón, labrada con muchos temores, inseguridades y miedos, construida en base al orgullo, de actitudes rebeldes que se han endurecido y te han impedido creer y recibir su tierna voz.
Aún así, su voz ha venido una tras vez sobre ti, como una canción:
"Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven a mi encuentro" Es la voz de tu amado.
Derriba tus muros, derriba esa pared de separación que has edificado en tu vida.
Es una decisión que sólo tú puedes tomar, para poder levantarte atraída por su voz y venir al encuentro de tu amado.
Su melodía es Espíritu y es Vida, te imparten fe y valor para levantarte de tu condición.
Es su cántico sobre tu alma, es su melodía que te habla y que te llama:
"Amada mía, ya pasó el invierno, se ha mudado la lluvia, se han mostrado las flores, el tiempo de la canción ha llegado"
¡Es verdad!
Tu invierno fue duro, frío y desesperanzador, consumió tus fuerzas, y agotó todas tus reservas.
¡Pero su cántico es poder renovador!
"Mira, la higuera ha echado sus higos, y las vides en cierne dieron su olor"
¿Puedes verlo?
¿Puedes percibirlo?
Es el tiempo de los frutos, de la siembra y de la cosecha, es el tiempo abundante de la vida del Señor, que ha venido a darnos vida y vida abundante.
No es una obra humana, porque ningún hombre tiene potestad sobre los tiempos.
Es la obra de Señor en favor de su creación, en favor de los hombres, en favor de sus hijos.
El es quién muda los tiempos.
El invierno tuvo su propósito, pero ya pasó.
Ahora es un NUEVO TIEMPO, es el tiempo que anuncia el cántico de la Tórtola, es tiempo de cantar, de alegrarnos en Él. El tiempo de la canción que ha llegado.
¡Levántate amada mía, paloma mía!
Sal de ese agujero donde te has refugiado para invernar.
Sal de tu escondite, escondido de escarpados parajes.
Sal de tu empobrecida condición.
¡Levántate amada mía, paloma mía!
"Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto"
¡Basta ya de menosprecio!
¡Basta ya de desvalorizarte!
¡Basta de angustias, de tristezas, y de soledad!
"Eres la niña de mis ojos. Eres hermosa a mis ojos, eres valiosa amada mía.
Mi vida di por ti, y mi amor te demostré clavado en una cruz"
La Tórtola trae ese anuncio, que en Jesús hay un nuevo tiempo para la humanidad, su voz se ha oído en mi país.
Yo he escuchado su canción
¿Tú, has oído su melodía, has oído su voz?
Es la voz de mi amado, es la voz de tu amado que te dice:
¡Sígueme! deja tu mundo;
¡Sígueme! es tu día;
¡Sígueme! para siempre;
¡Sígueme! tu hora llegó.