“Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia” Proverbio 3:5
No es como a nosotros nos parece, no es necesario que entendamos todos sus procedimientos, no importa si no es en “nuestros tiempo”.
No te fíes en tus ideas o razonamientos, pueden llevarte a un lamentable fracaso y decepción: ¡Fíate del Señor! de su sabiduría, de sus instrucciones, aunque por momentos te parezcan incongruentes, al final traerá fruto que honrará su nombre y bendecirá tu vida.
Si te guías en tu propia prudencia, puedes sufrir una lamentable derrota como le ocurrió a Josué frente a la ciudad de Hai, siguiendo su propia prudencia, adelantándose al tiempo y a la instrucción divina, fue derrotado, y estas fueron sus palabras en medio del fracaso: “¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? Josué 7:1-5
O como le ocurrió al rey Saúl, al no apoyarse en la instrucción divina de esperar al profeta Samuel en Gilgal para ofrecer holocausto, frente al temor y al asedio filisteo no pudo confiar, no pudo esperar en su Palabra, y le costó el reino. Esta fue la sentencia divina frente a su imprudencia: “Locamente has actuado; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Dios hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre,…más ahora tu reino no serás duradero” 1 Samuel 13:13-14
O como le ocurrió al rey Saúl, al no apoyarse en la instrucción divina de esperar al profeta Samuel en Gilgal para ofrecer holocausto, frente al temor y al asedio filisteo no pudo confiar, no pudo esperar en su Palabra, y le costó el reino. Esta fue la sentencia divina frente a su imprudencia: “Locamente has actuado; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Dios hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre,…más ahora tu reino no serás duradero” 1 Samuel 13:13-14
Así que no intentes razonarlo todo en tu propio entendimiento, fíate en Dios, póstrate a orar, acude solo a Él en busca de soluciones: ¡Clama a mí dice el Señor y Yo te responderé, y te enseñaré cosas ocultas que tu no conoces! Jeremías 33:3
Mientras dejemos que Dios dirija las cosas, experimentaremos su victoria, aunque parezca por un momento que estamos perdiendo. Pero si nosotros dirigimos seguro fracasaremos, aunque parezca por un momento que estamos ganando.
Dios obtiene sus mayores victorias en medio de nuestras aparentes derrotas, en medio de aquellas situaciones que parecen imposibles y que solo un milagro manifestará su gloria y su poder.
“Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia”
Si no tienes la paciencia para esperar en Dios y tus fuerzas se ha agotado, no olvides que Él da fuerzas al que no tiene ninguna, te dará NUEVAS FUERZAS y te hará volar como las águilas, correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigarás.
¡DEJA QUE ÉL DECIDA!
Dios obtiene sus mayores victorias en medio de nuestras aparentes derrotas, en medio de aquellas situaciones que parecen imposibles y que solo un milagro manifestará su gloria y su poder.
“Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia”
Si no tienes la paciencia para esperar en Dios y tus fuerzas se ha agotado, no olvides que Él da fuerzas al que no tiene ninguna, te dará NUEVAS FUERZAS y te hará volar como las águilas, correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigarás.
¡DEJA QUE ÉL DECIDA!