domingo, 28 de octubre de 2018

ALMA VACIA


VACÍO DEL ALMA "Un Sorbo de Agua Viva"
Por Guillermo Avila

 

Escultura "El vacío del alma" de Albert Gyorgy


"¡Siento que me estalla el pecho! El dolor me oprime el corazón cuando pienso en lo rebelde que he sido. Allá afuera la espada mata  a mis hijos, y aquí adentro también hay muerte" Lamentaciones 1:20

"Porqué ha saciado al alma vacía, y llenado al hambriento" Salmos 107:9

CONTRASTE ENTRE UN ALMA VACÍA Y UN ALMA SATISFECHA

Heredamos una condición que no podemos eludir en la vida. La mala decisión de nuestros primeros padres en Edén, nos heredó una condición de vacío y separación de nuestro espíritu, con el Espíritu de Dios, nos apartó del maravilloso diseño divino para el hombre, dejando un profundo vacío en su alma, que se acrecienta, cuando persistimos en vivir separados de Dios.

Esta realidad, hace que por momentos nos embarguen profundos sentimientos de vacío y soledad, que estallan como un gemido en nuestro corazón, un gemido silencioso de nuestro espíritu que anhela libertad.
No es un dolor físico, nace del corazón y es tan grande su dolor, es una gran opresión que nos hace buscar alivio con desesperación.
Buscamos en el placer, en un vicio, en el trabajo o en la religión, en filosofías e ideologías de pensamientos, y no hallamos salvación. Son solo calmantes para nuestro dolor.
Es una vacío de amor, de carencia de identidad, de paternidad, y de propósito en la vida, nos hundimos en un abismo de profunda oscuridad, no hay reposo en nuestro espíritu, y no encontramos la paz.
¡Cuánto necesitamos de Dios!

Persistir y no reconocer nuestra necesidad, solo empeorará nuestra condición, nos hará más egoístas, más materialistas, y desbordaremos en pasiones y sentimientos destructivos, que pueden conducirnos a expresar lo más bajo de nuestra naturaleza caída.
Aunque nos disfracemos, y nos pongamos máscaras, no podremos ocultar nuestra verdadera y profunda necesidad.

¿A dónde huirás?  ¿Podrás acaso esconderte del Espíritu de Dios que te anhela celosamente?

¿Podrás acallar para siempre su voz en tu corazón?
Es el clamor de tu espíritu, que anhela libertad.

Sólo un espíritu libre puede ser saciado, sólo un espíritu libre puede ser llenado por Dios, y gustar de su presencia, justicia y santidad.
Un alma vacía es un espíritu oprimido, atado bajo opresión espiritual y maligna. El hombre no podrá nunca liberarse por sí mismo.
El maligno ha levantado barreras y fortalezas, entre tu espíritu y el Espíritu de Dios, para que no alcances tu libertad, la libertad que compró Jesús para ti al morir en la cruz, el resucitó en victoria, para hacerte libre y reconciliarte en tu corazón con tu creador, tu verdadero Padre, tu Padre Celestial.
Jesús clavó en la cruz toda barrera, y destruyó toda fortaleza que el maligno haya podido levantar en tu vida, para impedir tu libertad, y mantener oprimido tu corazón en el temor.
El temor destruye al hombre, y no sus circunstancias.

¡En el poderoso Nombre de Jesús! quita de tu corazón todo temor, toda amargura, toda falta de perdón ocasionado por algún dolor pasado, libera tu odio, ira, y rencor en tu vida.
¡Ordénales! que salgan de tu corazón en el Nombre de Jesús.
Jesús murió para perdonarte, para traer sobre tu vida libertad y salvación, la libertad de los hijos de Dios, su identidad, y su propósito en tu vida.
Por la Sangre de Jesús, y por el poder de su Nombre en el Espíritu Santo, ¡Sé libre!¡Sé libre!¡Sé libre! en el nombre del Señor.
Recibe su perdón, tu libertad y salvación.

TODO LO QUE HAS VIVIDO HASTA HOY, tus fracasos y frustraciones, han sido permitidas por la sabiduría de Dios, para conducirte a esta condición, que hoy puedas reconocer tu necesidad, y fortalecer tu deseo y anhelo de Dios.
Aparta desde este día tus ojos de tus circunstancias, de los demás, sin importar lo que te hayan hecho, perdona, aparta tus ojos de ti mismo, y deja de ser auto suficiente.
Pon tus ojos en Jesús, en su obra perfecta en la cruz, porque El es el autor y consumador de tu fe, y serás saciado de su bien en tu vida.
Tu victoria no se sustentará en tus circunstancias, ni en tus fracasos o debilidades, tu victoria se sustentará en la obra gloriosa y victoriosa, de Cristo en la cruz.
"Bienaventurado es toda aquel que tu escoges y acercas a ti, para que habite en tus atrios, y sea saciado con el bien de tu casa"
Tus circunstancias han sido el tónico, el fertizante para crecer, y para alcanzar mayores alturas en tu vida, y ser saciado de todo el bien de Dios.
Tus debilidades han sido el medio, para la manifestación del poder y la gracia de Dios en tu vida, para que aprendas desde este día, que su gracia es suficiente.
"Porque ha saciado al alma vacía, y llenado al hambriento"