domingo, 26 de enero de 2014

¿QUÉ NOS DEPARARÁ EL FUTURO?


¿QUÉ  DEPARARÁ EL FUTURO? “Un sorbo de agua viva”
Por Guillermo Ávila

Al comenzar una nueva etapa en la vida, un nuevo desafío ¿Quién no sufre la inquietud respecto a que nos deparará el futuro?

Muchos buscarán en diversas fuentes descubrirlo, el horóscopo, el tarot, la astrología,  etc.
Muchos son los que explotan con engaños esta necesidad humana.

¿Por qué dejar el futuro a la deriva?
¿Por qué dejar tu futuro al azar, o al engaño de algún sinverguenza?
“A los seres humanos no se nos ha dado  la facultad  de saber que nos determinará en futuro, pero si se nos  ha dado la facultad de conocer quién determina el futuro”
Dios no solo es el creador de todas las cosas, Él es su sustentador y ha determinado un diseño glorioso para el desarrollo y fin de su creación.
“Yo sé los planes que tengo acerca de ti, dice el Señor, pensamientos de paz, pensamientos de bien, para darnos el fin que anhelamos”
Él es Alfa y Omega, es principio y fin de todas las cosas, "Porque en Él, de Él y para Él todas las cosas fueron creadas"
El es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino.
Todo fue diseñado y creado para vivirlo bajo su Paternidad de amor, bajo su autoridad protectora, bajo su reino de amor.
Por su Palabra todas las cosas fueron hechas, por su Palabra gobierna sobre su creación.

Rebelarnos a su Palabra, es rebelarnos a su gobierno de amor.

Es decidir hacer las cosas a nuestra manera, es quedar expuestos a nuestros propios caminos y errores, expuestos al temor  al mañana, al temor a la muerte, pues ignoramos y desconocemos nuestro fin.
Quedamos expuestos al engaños y la mentira, pues no sabemos por nosotros mismos discernir lo que es bueno y provechoso para nuestras vidas, nos quedamos sin referente.

Pero no tenemos porqué vivir sin esperanza ni a la deriva, destituidos del buen fin diseño por nuestro Dios.

El tiempo se ha cumplido, el reino de los cielos se ha acercado, Dios ha descendido para restaurar su gobierno entre los hombres, y restaurar su bendición diseñada  desde antes de la fundación del mundo.

Dios nuestro creador, envió su Hijo, para alumbrar el camino de los hombres y encaminarlos de regreso a su Hogar.

El vino para quitar el velo de nuestros ojos, y poder ver y entrar en su reino de amor y ser restaurados en su voluntad. es restaurado sobre esta tierra, 
La única condición es oír y obedecer su llamado: ¡Ven y sígueme!

Él prometió nunca dejarnos solo, Él prometió caminar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

También El dijo: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay, voy pues a preparar lugar para vosotros, para que donde yo estoy, vosotros también estéis"
¡Qué presente y futuro más seguro!
¿Qué pide Dios de nosotros?
“Solamente que lo honremos y sigamos todos sus caminos; que lo amemos y lo adoremos con todo el corazón y con toda nuestra alma, y que cumplamos sus mandamientos y sus leyes, para que nos vaya bien” Deuteronomio 10:1

¡Sígueme! Sigue siendo su llamado.

Quién no lo honre, no lo valorize y no lo aprecie ¿Podría seguirle? 
Solo los hijos honran a sus padres, Dios nos ha adoptado sus hijos en su Hijo.
¿Que hijo que aprecia y honra a sus padres no confiará para dejarse enseñar y formar en la vida?

Es en la relación "hijo-padre" donde la disciplina y la amonestación de amor tiene cabida.
Donde no hay una relación de amor, no hay actitud de obediencia en el corazón.  
Quién ama disciplina, y quién se sabe amado es disciplinado.

Nosotros amamos a Dios,porque el nos amó primero, y en respuesta a ese amor obedecemos y guardamos sus mandamientos. 
No existe otra relación, que permita crecer y madurar en la vida sintiéndote amado, seguro y sin temor.
No te dejes atormentar y afligir por el engaño y la potestad de la oscuridad.
Sal y renuncia a esa condición, refúgiate bajo las alas de tu creador, deja que su reino, que su gobierno de amor cubra tu vida y determine tu futuro por toda la eternidad.
Reconócelo como tu Señor, y declara: "Al Señor he puesto delante de mí, no seré confundido"


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