jueves, 23 de abril de 2015

EXPERIMENTANDO LA GRACIA Y EL PODER DE DIOS



UN SORBO DE AGUA VIVA

Por Guillermo Avila

EXPERIMENTANDO LA GRACIA Y EL PODER DE DIOS
Cuantas personas anhelan experimentar la Gracia y el Poder de Dios, pero cuando la vida les concede la oportunidad para ser perfeccionados en el Poder de Dios y en su Gracia suficiente, usan esa oportunidad para quejarse, amargarse, deprimirse, dar lugar a la ira o sus deseos pecaminosos.

Cada momento doloroso, cada enfermedad, cada padecimiento, cada angustia, cada flaqueza o debilidad en la vida, es una oportunidad dada por Dios para experimentar su Gracia, y para que su Poder se perfeccione en nosotros.


NECESITO SU REVELACIÓN


Así lo entendió el apóstol Pablo en su vida, después de orar tres veces por una angustiante necesidad:

"El me ha dicho. bástate mi Gracia; porque mi Poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mi el Poder de Cristo"
"Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte"
"No que seamos suficiente en nosotros mismo para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios"


¿Qué hacer  ante mi angustiante debilidad?


"Debemos acercarnos al TRONO DE LA GRACIA para que recibamos de Él misericordia, consuelo, y hallemos GRACIA para la ayuda oportuna"
"El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta su vigor"
"Por las Misericordias de Dios, debemos ofrecer nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es nuestro culto racional. No nos conformemos a la mentalidad de este siglo que le es locura esta revelación, sino dejémonos transformar por medio de la renovación de nuestro entendimiento por LA PALABRA de Dios, para que comprobemos cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta"

Si alguno es tentado a quejarse y deprimirse, no piense que es tentado de parte de Dios, porque Dios no tienta a nadie, la tentación viene del maligno y de nuestras propias concupiscencias.

Dios "prueba" la fe, para perfeccionarte, madurarte y enseñarte a aplicar su victoria sobre tu vida, a travez del poder de su Espíritu que te ha dado. Por su Espíritu somos transformados y llevados de gloria en gloria. 


Pídele a Dios tu Padre en medio de tu crisis, que te guarde de caer en tentación y te libre del mal, porque:

"Suyo es el reino, suyo es el poder y suya es la gloria" y a nuestro Padre le ha placido daros el reino. No temáis manada pequeña" fueron las palabras de Jesús.


Tómate de lo que Dios te ha dado y pelea la buena batalla de la fe, porque:

Dios pelea por ti, está en ti y nunca te dejará.

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