jueves, 2 de junio de 2016

PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE

PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE "Un Sorbo de Agua Viva"
Por Guillermo Avila

"Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo...: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová" Exodo 17:14

Este acontecimiento, ocurrió en los comienzos del caminar libre del pueblo hebreo por el desierto en pos de la Tierra Prometida. Este acontecimiento, era de vital importancia que Dios ordenó a Moisés escribirlo en un libro, para memoria en todas las generaciones.

Amalec encarna el espíritu de Lucifer, el diablo, quien se rebeló delante del trono de Dios, arrastrando ángeles en su rebelión, y procurando utilizar a la misma creación de Dios (la serpiente), a los hombres creados a su imagen, a pueblos y gobiernos que se prestan hasta el día de hoy para sus malignos propósitos: matar, robar y destruir. Como aconteció con Faraón y su ejército, que les había esclavizado durante tantos años en Egipto.

EN CADA GENERACIÓN, quienes han sido libres de la esclavitud del pecado experimentarán SU ATAQUE sobre sus vidas y familias, porque Satanás no soporta ver a los hombres libres, adorando y sirviendo a Dios.

Los hijos del reino deben saber, que la guerra de la fe no se gana con armas carnales, ni se gana con estrategias humanas. Dios ha provisto para los hijos del reino armas espirituales, que son poderosas en Dios, para destrucción de las fortalezas que levantará el enemigo.

LA FE, LA PALABRA Y LA ORACIÓN son armas poderosas en Dios.

Los hijos del reino deben pararse firmes en Cristo, someterse a Dios, y resistir todas sus asechanzas y maquinaciones.

Los hijos del reino deben saber que Dios ha puesto sobre nosotros su Espíritu, espíritu de poder, de amor y dominio propio, que permite el desarrollo de una disciplina integral, en espíritu, cuerpo y alma, para vencer y hacer retroceder a nuestro enemigo.

Los hijos del reino deben saber, que el Señor está con nosotros. que El pelea nuestras batallas, que el pelea por nosotros y en nosotros, porque nuestro enemigo, también es SU ENEMIGO que se ha levantado contra su Trono, contra su gobierno sobre esta tierra.

El es Jehová Nissi, nuestro Estandarte de guerra.

Sin duda el maligno ha influenciado nuestras generaciones desde Adán, destruyendo familias y pueblos sobre esta tierra.
Satanás el diablo se levanta para oponerse a la Nueva Vida y Propósito, que Dios nos ha dado en su Hijo, debemos abrazar el llamado de Dios y obedecer, resistir y raer de sobre nuestras vidas y familias todo vestigio de Amalec. Es una decisión que no podemos postergar.

Amalec ha establecido fortalezas que destruyen generaciones completas, manifestadas en malos hábitos, malas costumbres, vicios arraigados, mal carácter, orgullo, soberbia, lujurias, temores, espíritus suicida, inseguridades, y tantas actitudes que no favorecen, y que son impedimento para alcanzar la bendición de Dios sobre nuestras vidas y familias.

Amalec, es una maleza que si no la arrancamos de raíz volverá a florecer, volverá a levantarse en el tiempo para ahogar, matar y destruir la Palabra sembrada por Dios en nuestros corazones, e impedir que traiga fruto en la Tierra donde Dios ha prometido bendecirnos.

A Saul, rey sobre Israel, le costó el reino, su vida y la destrucción de su linaje, por no raer completamente a Amalec en su vida y gobierno. Saul destruyó muchas cosas de Amalec, pero neciamente dejó con vida a su rey, a pesar que Dios se lo había claramente advertido por el profeta Samuel.
Saúl como nosotros, debía definir claramente quién iba a ser su rey y a quién debía servir.
Los hijos del reino, sólo necesitamos un rey sobre nuestras vidas, el Hijo de Dios es nuestro Rey.

Esta es la batalla de la fe que Dios quiere que asumamos todos los días,  Dios ha prometido nuestra victoria sobre Amalec, porque ya fue vencido por Él en la cruz, para no dejarnos volver a la esclavitud, a una vida de la cual ya Dios nos redimió para siempre.

En Cristo como hijos del reino, Dios ha puesto a Amalec bajo nuestros pies, písalo hasta que sea completamente destruido, si no lo destruyes, el te destruirá a ti.
Solo así dejarás como herencia la fe, y las virtudes del reino a tu familia, y a tu linaje.

Descuidar a Amalec, no es un error inocente y sin consecuencias, al pueblo hebreo le costó la Tierra prometida, y cuarenta años extras en el desierto donde murió toda esa generación.

Amigo(a) y hermano(a) no desmayes, persiste, porque Dios te dará la victoria sobre Amalec, porque Él lo ha prometido.

Pelea la buena batalla de la fe.




viernes, 1 de enero de 2016

NO TODO SIEMPRE ES FIESTA

NO TODO SIEMPRE ES FIESTA "un sorbo de agua viva"
Por Guillermo Avila


"Los judíos celebraban UNA FIESTA y el templo había abierto sus puertas para su celebración, y Jesús volvía a Jerusalén.
Todo era alegría y júbilo, pero no siempre es todo alegría.
En el templo de Jerusalén por la entrada de servicio, cerca de la puerta llamada de las Ovejas por donde ingresaban las ovejas para los sacrificios, había un estanque que en hebreo se llamaba Betzatá, que significa manantial de gracia de misericordia.
Este tenía cinco pórticos, en los cuales se encontraban muchos enfermos, ciegos, cojos, y tullidos echados en el suelo, a estos no les permitían ingresar al templo ni disfrutar de la GRAN FIESTA.
Y había entre toda esa multitud, un hombre que yacía enfermo desde hacía treinta y ocho años, cuando Jesús lo vio allí acostado y se enteró del mucho tiempo que llevaba así, le preguntó:
¿QUIERES RECOBRAR LA SALUD? Juan 5:1-6

A propósito de los DÍAS DE FIESTA, donde siempre hay mucha alegría, cánticos, bailes, cuando las fachadas de las casas y sus puertas principales se llenan de adornos y luces artificiales, siempre e inevitablemente en forma paralela, habrán personas que al mismo tiempo de la alegría de muchos, estarán impedidas de cantar, bailar, correr y disfrutar todas esas luces y FUEGOS ARTIFICIALES, como esta multitud de enfermos que yacía junto al estanque llamado Betzatá.

La vida nos ofrece MUCHOS TIEMPOS; tiempo de reír, tiempo de llorar, tiempo de cantar y tiempo de callar.

No sé cuál es el tiempo que te ha tocado vivir hoy, si es de alegría, no será muy atrayente esta palabra para tu vida, pero Jesús es Señor de todos los tiempos.  El reirá con el ríe, cantará con el que canta, pero también sufrirá con el sufre y estará para consolar al que se siente solo.

Jesús conoce tu tiempo y te visitará de acuerdo a ese tiempo, al igual que con este hombre postrado, Él tiernamente y silenciosamente vendrá a tu vida no por la puerta de alegrías, sino  POR LA PUERTA DE ATRÁS, donde no hay multitud, donde no hay cánticos y no hay luces, para llegar a tu silencio, a tu dolor, a tu necesidad, como un Padre que conoce y ama a sus hijos para consolarte.

El sabe cuánto tiempo llevas así, y cómo llegaste a esa condición. Jesús como Señor de los tiempos, El traerá UN NUEVO TIEMPO, si puedes creer y atender a su visitación.

Jesús es LA VERDADERA LIBERTAD para los hombres, es EL AÑO AGRADABLE DE SU BUENA VOLUNTAD para tu vida, que no durará 365 días, sino por toda la eternidad.

"Porque su enojo dura un momento, pero su buena voluntad, toda la vida. Si lloramos por la noche, por la mañana tendremos alegría" Salmo 30:5

¿QUIERES RECOBRAR TU SALUD? Fue la pregunta de Jesús a este hombre que por 38 años no podía levantarse, y a pesar de sus excusas e incredulidad, Jesús lo levantaría de su condición.

¿QUIERES EXPERIMENTAR UN NUEVO TIEMPO?

No digas no puedo, no digas no tengo quién me ayude, no digas estoy solo y sin apoyo.

Porque Dios está a tu favor y eso es suficiente, y como expresión de su amor envió a su Hijo a morir en tu lugar, y a cargar sobre su cruz tu dolor y soledad.

"TOMA TU CAMILLA Y ANDA"
"TU CAMILLA" es aquello que te impide creer, ser libre para abrazar su llamado, sus promesas de bien y bienestar para tu vida.
Es tu decisión, aunque Jesús esté frente a tus ojos, seguirá siendo tu decisión.

¡Levántate en su Nombre! ¡Vuelve a caminar en su Nombre! ¡Vuelve a correr en su Nombre! ¡Vuelve a cantar y alegrarte en su Nombre!
No permitas que esa camilla te esclavice a tu lamentable condición, 3, 5 10, 20 o 38 años ya han sido más que suficientes.
Tú puedes tomarla, echártela al hombro o tirarla lejos, deshacerte de ella, o guardarla como un recuerdo histórico de cuál era tu condición hasta tu encuentro con Jesús.

Jesús abre tus ojos para que veas la Luz de su amor, y abre tus oídos para que escuches hoy su voz que te llama y te dice: ¡Sígueme por el resto de tu vida! ¡Hoy abro un nuevo tiempo para ti!

El muda los tiempos, cambia tu lamento en baile, cambia tu tristeza en alegría.